Cuando decidí dejar wocial, lo hice tras años programando una plataforma donde cada uno pudiera crear sus comunidades, orientarlas como quisieran, y que los efectos de red de compartir base de usuarios hicieran crecer a sus comunidades.
Lo que ocurrió al final fue que una comunidad excesivamente grande a nivel comparativo, trajo un tipo de usuarios, que en retrospectiva no debería haber querido. Eso lo sé ahora. Entonces solo sabía que en dos meses tenía tres millones de páginas vistas —que subieron a casi 9 millones al mes a finales de 2013—, y que desde el segundo mes teníamos ingresos de 400-500€ al mes. No era mucho, ni daba para vivir, porque básicamente cualquier IP no española no valía nada para publicidad.
No todos los usuarios valen, y se puede crecer por motivos equivocados.
Sumado a que la mayoría de mis usuarios entraban desde móvil (55%), y que la mayoría de los que entraban desde escritorio utilizaban AdBlock. Para más inri, y gracias al problema de $usuarios_que_inflan_las_visitas_pero_que_no_quieres, se empezaron a crear más y más comunidades con contenido pornográfico, echaba el día preocupado por los reportes de contenido adulto, y siempre sin saber si me quedaría sin socio publicitario o acabaría con el dominio baneado para publicidad bulk. Acabé eliminando la publicidad y dejando a los usuarios crear comunidades donde compartir contenido adulto libremente.
Cedí ante los que habían torcido mi proyecto. Pero en realidad fui yo el que había dejado que me lo torcieran. De haber iniciado hoy el proyecto, habría estado más encima, habría sido más restrictivo con las comunidades que se creaban, y habría intentado enderezarlas hacia donde yo quería.
La moraleja de mis años en wocial fue doble: no todos los usuarios valen lo mismo, y se puede crecer por los motivos equivocados. Una victoria a veces es una derrota, y una derrota a veces es una victoria.