No es que odie viajar, no es que lo considere inutil. Tienes un elemento que reportar, y vas hasta donde está el elemento. Pero no puedo evitar pensar en los casi 500 kg de CO2 que un viaje de dos horas, ida y vuelta, emite.
Esos 500 kilogramos en la atmósfera ahora tienen mi nombre.
No me voy a poner digno, ni cantar el kumbaya, pero Internet se evitó para mejorar eficiencias, disminuir costes. Hoy en día necesitamos eliminar contaminación. De poco sirve estar años y años apagndo las luces, cerrando grifos, poniendo dobles ventanas para gastar menos calefacción… si cinco horas en avión echan al traste todo ese ahorro neto.
El otro día hablaba de la dificultad de dejar a mi familia en casa durante días. A veces es sólo una noche pero sinceramente, no puedo evitar pensar que muchas veces es mejor recibir un PDF, un vídeo o un powerpoint en el email, y seguir con nuestras vidas.
Es obscenamente más barato, más responsable, más solidario.